Laudato si’: un llamado a la conversión ecológica frente a las crisis ambientales y la crisis ético-moral

Gabriel Delgado
5 min readJun 16, 2022

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Laudato si’, la segunda encíclica del Papa Francisco, firmada el 24 de mayo y presentada el 18 de junio del 2015, ofrece un trabajo oportuno, altamente significativo e influyente sobre el cuidado del medio ambiente y la magnitud de las crisis ambientales que enfrentamos en la actualidad. Los diferentes temas tratados por el papa abarcan la ecología y el mundo natural desde cuestiones antropológicas, filosóficas y catequísticas, tomando en cuenta la historicidad y los orígenes de los cambios y la degradación ecológica a gran escala, así como las crisis sociales e incluso financieras. El Papa promueve una ética ambiental que hace interfaz con los textos bíblicos, la cultura moderna y con la fortaleza de expandir la capacidad humana para comprometerse creativamente con el mundo y la sociedad.

Laudato si’ establece puntos clave sobre los canales de diálogo y las acciones necesarias que deben tener lugar para enfrentar la situación ambiental. Llama a una conversación que incluya a toda la humanidad, reconociendo el contexto histórico en el que se enmarca su llamado y que el ser plenamente humano va acompañado de la necesidad de cuidar nuestra casa común. El Papa Francisco hace referencia las cuestiones de género como parte del escenario para comprometerse directamente con el medio ambiente. Ambos son ejemplos de nuevas iniciativas en la sociedad mediante las cuales se llama conscientemente la atención, a lo que podrían verse como cuestiones periféricas a los temas principales de la enseñanza cristiana. La encíclica sostiene que la comprensión más completa de nuestra propia humanidad nos proporciona las herramientas adecuadas para un examen riguroso de la relación entre la humanidad y el orden creado.

El Papa Francisco nos dice que enfrentamos un problema que hay que resolver. Esta afirmación, unida a un punto posterior de que cada especie tiene un valor intrínseco, independiente de su potencial de uso por parte de la humanidad, presenta una visión optimista de la creación y distancia a la Iglesia de la posición explotadora del capitalismo moderno y de las enfermizas soluciones tecnológicas que están en el centro de la crisis. Sin embargo, el Papa enfatiza los elementos positivos de la ciencia como un aspecto de la creatividad humana dado por Dios, aunque lo que realmente se critica es el cientificismo y la visión reduccionista del mundo. Una visión cientificista del mundo ha permitido que se desarrolle un sistema económico que es fundamentalmente perjudicial para la ecología de nuestro planeta. También se debe señalar que el desarrollo incuestionable y sin rival del capitalismo ha aprovechado el poder de la ciencia para sus fines e ignorado las advertencias de muchos científicos de que no vivimos en un planeta con recursos ilimitados.

Es importante destacar que el Papa menciona la falla clave de nuestro sistema social, destacando que los paradigmas financieros con los que operamos se han divorciado de nuestra economía real y, como tal, nuestra economía se ha fijado en un modelo de crecimiento ilimitado que es económica y ecológicamente insostenible. Es por esto que Laudato si’, quizás más que cualquier otro documento anterior, reconoce esto en la naturaleza integrada y comprensiva de su enseñanza, proporcionando un conjunto coherente de enseñanzas y demandas que significan que todos pueden animarse a actuar, con la esperanza de que se produzca un cambio real y que la carga no recaiga injustamente sobre los débiles y los pobres.

La encíclica lleva a los lectores a través de algunos aspectos de la tradición filosófica católica, especialmente los enfoques teológicos del mundo creado que se encuentran en la vida y las enseñanzas de San Francisco de Asís. Ella sugiere que dos principios en particular proporcionan recursos valiosos para el compromiso ambiental moderno: el regalo y la renuncia. La vida es un regalo para toda la creación tanto como para la humanidad y para el florecimiento humano. Es importante tomar esto en serio y tratar el medio ambiente con respeto. La encíclica proporciona una forma de estética filosófica que dialoga con el enfoque teológico de la encarnación, el desafío y la respuesta como dinámicas clave para el análisis de los orígenes sociales y el desarrollo de una inteligencia práctica colectiva.

El papel fundamental de los textos bíblicos se manifiesta en muchas de las piezas en la encíclica, al igual que la tradición de la enseñanza social arraigada en la tradición católica. El papel de las voces auxiliares es evidente en el compromiso con aspectos de la historia de la recepción, como los enfoques rabínicos y ortodoxos orientales de los textos fundacionales. Otro enfoque se encuentra en ubicar la enseñanza papal reciente dentro de la cadena de intérpretes papales de las enseñanzas católicas que han querido hablar no solo del pasado sino también de las actitudes sociales contemporáneas y las necesidades comunes de su tiempo. La creación y la teología de la encarnación debe conducir a la actividad práctica, ya sea en términos de protección del medio ambiente o en términos de formas renovadas de educación religiosa y catequesis. Los seres humanos y la naturaleza, por lo tanto, trabajan juntos en la totalidad del diseño divino. El papa trata la construcción de la paz y la reconciliación como vehículo para explorar la encíclica. A la luz de la orientación de la encíclica, para el Papa Francisco, las actividades centrales son la alabanza, la fraternidad y la peregrinación.

Laudato si’ representa una importante contribución, no sólo a la enseñanza social católica, sino también al debate sobre una respuesta adecuada a la crisis ecológica. El mismo hecho de que la enseñanza papal no deja lugar para el negacionismo que existe en algunos elementos de la sociedad y dentro de la Iglesia. El aspecto más significativo de la encíclica es que se reconoce un enfoque integrado de lo que son los problemas comunes de la justicia social y ambiental. No puede haber oportunidad para seguir poniendo en conflicto lo humano y lo ecológico, ni ninguna duda de que una búsqueda genuina de lo mejor para uno implica buscar lo mejor para todos, tanto para humanos como para no humanos.

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Medicina, ethos y humanidades. Bioética, Universidad Católica San Antonio de Murcia.

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